miércoles, 10 de octubre de 2007

Relato4

Eso no es cierto --dice Sergio al observar un vídeo en el cual el supuesto fantasma de un joven recuerda que ha muerto al final de una curva -- es claramente un efecto, está trucado.− Te atreverías --le reta Maritza-- a ir a esa esquina.− Voy, sin dudarlo.− ¿De noche?− ¿Quién dijo miedo? -- Sergio habla con convicción, aunque el vello de los brazos se le eriza, por instinto u franca cobardía --, vamos.− ¿Cuándo? -- prosigue el reto Maritza-- ¿hoy?− ¿Hoy?− ¿No tenés miedo?− Hoy, a media noche.Sergio espera con algo de ansiedad la noche, no siente temor, apenas algunas reservas, en la noche los hombres hacen de otros hombres sus víctimas, no existe tal cosa como la casualidad, la muerte permanece agazapada a la espera, tras un recodo, carga tu hora, tu número no es aleatorio como la lotería, está marcado, y es que no puede ser de otra manera, abrí los ojos al dolor del mundo.La vida de los hombres es sucesión continua; la luz y la oscuridad, el día y la noche; padres e hijos en un ciclo continuo que mimetiza la eternidad, apenas un espejo poblado de fantasmas de barro. Con el final la trama es revelada; arena del tiempo mustio, olvidado, hueso y carne macerados, vamos a hacer con los hombres el festín de todos los dioses.El teléfono anunció la hora señalada, Sergio enciende el auto con desgano, quiere cancelar, pero el hombre está atado a su destino, lo tiene en el corazón, en las entrañas y bajo las uñas, no puede escaparse, ningún hombre tiene el poder de posponer su suerte.Maritza lleva una cámara de vídeo, está dispuesta a grabar el encuentro con el fantasma que ella espera ver al final de la curva.− Los muertos no tienen sustancia – explica Sergio – no pueden ser capturados en un vídeo.Maritza ríe, la tecnología moderna ha superado la capacidad del ojo humano, si hay un fantasma lo capturará la cámara, de eso está convencida.A lo lejos las campanas de una iglesia marcan la mitad de la noche, no le queda más que esperar, ésa es la lógica, en algún momento el fantasma regresará al lugar en donde entregó el alma a la muerte, eso dicen las adivinas de pueblo, es la tradición. Costumbre que este fantasma parece ignorar, ya que las horas transcurren en esa curva y el espectro no aparece.− Es una noche perdida – exclama Sergio decepcionado.− No está perdida, mirá el vídeo – invita Maritza a Sergio.Sergio observa las dos horas de filmación, escucha a Maritza y de apoco comprende que no están sus palabras.-¿Ahora comprendés Sergio? Vos hace años que estás muerto.

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